lunes, 21 de diciembre de 2009

NACIMIENTO DE JESUS

Lucas 2:6-20
"Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz.Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: 'No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre'.Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: '¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él!'.Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: 'Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado'. Fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido."
Contemplar el nacimiento de Jesús es alegrarnos y agradecer.
Alegrarnos porque Él ha bajado a este valle, para enjugarnos las lágrimas y darle sentido real a nuestras vidas.
Darle gracias, porque quiso nacer y quedarse, para siempre, entre nosotros.
Y darle gracias a María que aceptó la anunciación, y acompañó la vida de Jesús con fe, amor y entrega, virtudes que le pedimos nosotros por su intercesión, nos sean también dadas

INVITACION AL COMPARTIR NAVIDEÑO



Hermano (a):
Celebremos juntos la Navidad 2009, ven a compartir de gratos momentos con la gran familia en Cristo y María, el día martes 22 de Diciembre del 2009 a las 7 pm en la Casa de Retiros ubicada en Calle Sonora Cdra. 1 Salamanca.
..¡¡ Te esperamos!!

jueves, 26 de noviembre de 2009

“Es hora de despertar del sueño…” Adviento 2009

El Adviento nos recuerda que es el Señor el que llega, el que viene hacia nosotros. Nosotros nos limitamos a acogerle, a recibirlo. La Iglesia, impulsada por el Espíritu, repetirá hasta el final de los tiempos su “Marana tha”, su “Ven, Señor”. Nosotros debemos unirnos a este grito de la Iglesia. “El Espíritu y la Esposa dicen: “¡Ven!”. El que lo oiga que repita: “¡Ven!” (Ap 22, 17).

El Adviento, tiempo de deseo, es también tiempo de esperanza. ¡Y qué necesitados estamos de esperanza en una sociedad en la que el desencanto habita en muchos corazones!. Nos hace falta una bocanada fresca de esperanza en este clima de postmodernidad tan inclinado a renunciar a las utopías generadoras de esperanza. En un tono solemne al entrar en este Adviento del 2009 el grito de alerta del apóstol San Pablo llega hasta nosotros: “Ya es hora de despertar del sueño, que la salvación está ya más cerca...”(cf. Rm 13, 11). El Señor está cerca. Y el Adviento nos trae de nuevo su mensaje de esperanza. Tú, en cambio, ¿En qué situación te encuentras? ¿Estás despierto o dormido? ¿No crees que estas adormeciendo peligrosamente la conciencia? Crece el número de los que rechazan vivir según el espíritu de la verdad y la honestidad justificando sus conductas con aquello de “todos lo hacen”, o bien, “la sociedad lo permite”. De esta forma se va confundiendo la permisividad con la licitud, lo legal con lo moral, al tiempo que la costumbre se va convirtiendo en norma? ¿Vivimos con esperanza? ¿Hemos perdido sensibilidad ante la situación económica y de paro de muchas familias?
Así nos encontramos con un cuadro poco halagüeño en nuestro entorno: “muchos duermen”, diría San Pablo, y otros, desanimados por el ambiente, creen, poco menos, que aún no es posible el poder vivir según el espíritu evangélico.
Es, entonces, cuando el enemigo suele aprovechar el momento para hacer su obra, mientras duermen los criados del amo (cf. Mt 13, 25). Por eso, estos momentos de debilitamiento de la vida de fe y la indiferencia religiosa exigen una fuerte sacudida a los espíritus. El Adviento, con la inminencia de la llegada del Señor, es el tiempo a propósito para despertar del sueño o la modorra en la que nos podamos encontrar envueltos. ¿Qué hacer, entonces?

El Papa Benedicto XVI nos alertaba con estas palabras: “Nuestro programa hoy como el día de ayer debe ser la fórmula de Cristo: “Vigilad y orad”. ¡Ay del cristiano que se descuide y no vigile, dispuesto a resistir firme en la fe!, como nos advertía ya el apóstol San Pedro, primer Papa (cf. 1Pe 5, 9). Qué fácil es que se vaya erosionando la fidelidad y acaso la misma libertad de la que aquella es premisa, según el evangelio.

“La gente le preguntaba (a Juan Bautista): “Pues ¿qué debemos hacer?”. Y él les respondía: “El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga para comer, que haga lo mismo”. Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: “Maestro ¿qué debemos hacer?”. Él les dijo: “No exijáis más de lo que os está fijado”. Preguntaron también unos soldados: “Y nosotros ¿qué debemos hacer?”. Él les dijo: “No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra paga” (Lc 3, 10-14).

En estos tiempos tan duros para los pobres y marginados, la demanda de Juan Bautista cobra nueva vigencia. Es el momento de compartir y ser solidarios, de no exigir a nadie más de lo establecido, de no hacer extorsiones, de no aprovecharse con denuncias, de no buscar prebendas ni propinas, de practicar la justicia. Esta es la manera de esperar al Señor en esta Navidad de 2009 que requiere esa conversión. Nuestros gestos y hechos nos acercan o alejan de la llegada del Señor. Ellos la hacen posible o la dificultan. Es hora, pues, de despertar del sueño, si queremos acoger y extender la buena noticia.

Este tiempo de Adviento está a la vez penetrado de un sentido de gozosa confianza y esperanza: “Decid a los cobardes de corazón: el Señor Dios viene a salvarnos” (Is 35, 4). Frente a un cierto pesimismo que nos invade hoy ante las dificultades del momento presente; frente al abatimiento por la propia incapacidad para dar respuesta adecuada a los problemas concretos de la situación económica y del paro, es preciso que asimilemos ese espíritu cristiano de un gozoso optimismo y alegre esperanza.

Que Santa María de la Esperanza nos enseñe a esperar y a recibir el auxilio del Señor, que por medio de Ella llega a todos los hombres.

Virgen del Carmen

Terry Ross, 23 años, sargento de alpinistas escoceses, desembarca en Francia, para eliminar una estación de radio cercana. Una explosión como un relámpago al asaltar la estación y cuando recobró el conocimiento estaba en el hospital.
Después de muchas operaciones y largos días, pide al cirujano le diga la verdad: Sí, ya no recuperará la vista.
Por primera vez desde su niñez lloró a lágrima viva, apretando la sábana contra la boca. Sin saber cómo, tocó algo que agarró con fuerza. Era un escapulario de la Virgen del Carmen. En voz baja murmuró: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros”. Y entonces, en su desesperación, sintió que una mano apretaba la suya, y una voz de mujer le preguntaba:
-¿Me llamas, Terry?
El pobre muchacho se aferró a la mano de la enfermera:
-No, hermana; no estaba llamando; pero, por favor, hágame compañía un rato, que me siento horriblemente solo…
-Vamos, hombre; así no habla un soldado valiente como tú. Recuesta la cabeza mientras te refresco la frente. ¿Acaso no puedes dormir?
Terry rompió en un torrente de confusiones y desahogos. Luego las dulces palabras de la enfermera le dejaron plenamente tranquilo… Se durmió.
Cuando despertó, la venda de los ojos se le había caído. Alzó la mano para enderezarla y se detuvo de repente, vio a alguien.
-¿Eres tu Juan? -preguntó con ansiedad.
-Sí señor -respondió el enfermero-. Usted disculpe si le he despertado…
-Eso no importa, Juan. Acércate aquí más, más.
La voz de Terry sonaba ansiosa.
-Dime, Juan, ¿tú tienes una escoba en la mano izquierda? ¿Y eres alto y delgado y llevas gafas?
El viejo dejó la escoba y echó a correr. A los pocos minutos llegó el doctor y le hizo un minucioso examen:
-Es imposible de explicar Ross; pero dentro de pocas horas tendrás perfecta visión.
Ross preguntó ansiosamente:
-¿Cuál de las enfermeras estaba de servicio anoche?
-Ninguna Ross; ¿por qué lo preguntas?
-Es que cuando se apagaron las luces yo no me quedé dormido hasta cuando ella vino.
-Ella, ¿quién es ella? Te digo Terry, que aquí no había enfermera alguna.
No, no había sido un sueño. El había experimentado la angustia de un temor mortal, y había rezado: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros… y estaba curado (Tomado del “Mensajero del Corazón de Jesús”, Buenos Aires, 1944, pg. 280; lo narra A.W. Obrien, periodista canadiense en la guerra mundial).

jueves, 12 de noviembre de 2009

RETIROS PARA EL MES DE DICIEMBRE

Los retiros programados para el mes de Diciembre: 11-12-13 Diciembre (Mujeres) y 18-19-20 (varones)

jueves, 22 de octubre de 2009

LUIS ENRIQUE ASCOY EN LA POLICIA AEREA

El cantante nacional y de fama internacional, de musica católica Luis Enrique Ascoy, fue invitado de honor por las Bodas de Plata (25 años) del Aniversario de Creación de la Dirección de Aviación Policial del Peru, la misma que se encuentra dirigida por el Crnl.PNP. Velasco.


Luis Enrique y la Banda Sin Futuro ofrecieron un concierto dirigido especialmente al personal recien llegado del VRAE... "Patria, alza vuelo", nos dice nuestro querido cantante.

sábado, 17 de octubre de 2009

JÓVENES REZANDO EL ROSARIO DEFIENDEN LA CATEDRAL DE NEUQUÉN



Dantesco. Insultos, salivazos, cantos ofensivos, de todo menos tolerancia, esa palabra tan invocada por estos grupos y que faltó a la cita en Neuquén(Argentina,12 sep 2008).Una marcha de mujeres, que reivindican los derechos de homosexuales y lesbianas (pro-aborto), al pasar frente a la Catedral de Neuquén que ya había sido profanada en 2007, se encontró a un grupo de jovenes católicos pacíficos que en la puerta rezaban el Santo Rosario.

"Mujer que se organiza no va a Misa". "Saquen sus Rosarios de nuestros ovarios" fueron algunos de los cantos que se pueden reproducir, pero y especialmente me detengo en el grito de una joven, que aparece en el video, cuando al intentar arrancar la bandera que tenían en la puerta de la Catedral, dijo " Que te salve Dios"...

Si faltaba la etiqueta, ésta sí que es de marca registrada, "si eres el Hijo de Dios sálvate a ti mismo", "a ver si Dios viene a salvarle". Así gritó el Diablo al pie de la Cruz, de ésta misma acusación se oyeron ecos en Neuquén. Una acción de gracias para la Virgen, la enemistad está latente y también la promesa : "Ella te aplastará la cabeza". Gracias por el testimonio de fe y amor al Señor y a su Iglesia...(Diacono Jorge Novoa)

Tú también puedes ser santo

Dios te llama a través de lo diario, de lo cotidiano, de tus compañeros y maestros, de tus tareas, de tus problemas, éxitos y fracasos

Algunos libros de vidas de santos han omitido las debilidades de sus protagonistas, probablemente porque temían que nos escandalizáramos al saber que fueron hombres y mujeres como nosotros. Pero precisamente es bueno comprobar que los que están en los altares no son de cera, ni de yeso, ni de plástico, sino, como todos los mortales, de carne y hueso, sufren dolores y tienen sus agobios; son personas comunes que tienen que tomar medicamentos o duermen mal o se distraen en la oración.


Muchos libros han puesto a los canonizados tan distantes de nosotros, que lo único que podemos hacer es admirarlos. Los colocan tan lejos, tan arriba, tan cubiertos de ropajes incómodos y ostentosos, tan desligados de todo lo nuestro, que no hay forma de imitarlos. Estas biografías nos convencen que la santidad no es para nosotros. Pero las verdaderas biografías de los héroes cristianos son como nuestras vidas: ellos luchaban y ganaban, luchaban y perdían y entonces volvían a la lucha.

En la vida de las almas santas hay algunas veces cosas extraordinarias, acontecimientos sobrenaturales, intervenciones claras de Dios. Pero no son éstas las que los llevaron a ser santos, pues las acciones no eran de ellos, sino de Dios. Lo que los hizo santos fue la generosidad en la correspondencia al amor de Dios en su vida ordinaria, en todos los días, los meses, los años en los que no hubo cosas extraordinarias. Es bueno saber que Santa Teresita del Niño Jesús tenía una terquedad invencible desde niña; que San Alfonso María de Ligorio tenía un genio endemoniado; que san Agustín fue un gran pecador antes de su conversión y que Santa Teresa de Jesús confesó nunca haber podido rezar un rosario completo sin distraerse.



Es admirable ver a los santos: hombres muy hombres y mujeres muy mujeres, con grandes virtudes, acciones heroicas y fallos garrafales.La santidad no consiste en subirse a una columna con una palma en la mano y un crucifijo en el pecho. Los santos no son inactivos, siempre se mueven haciendo cosas tan simples como preocuparse por la enfermedad de un hermano, dar de comer al perro, cumplir con su trabajo y hacer con alegría los encargos que les piden.


Estos son los santos de hoy, los que van en el omnibus, rezan a la Virgen, trabajan en el campo, trabajan en una oficina, trabajan en un centro militar o policial, son del servicio medico o bomberil, descansan el fin de semana o el día de franco y vuelven a su día de servicio, preocupándose sólo de hacer extraordinariamente bien aquello que les ha tocado hacer.
Cortesía de Jesús Urteaga Loidi (Catholic.net)

domingo, 4 de octubre de 2009

JORNADA DE ORACION INTERNACIONAL 9-10-11 OCTUBRE

Te invitamos a participar de la Jornada de Oracion Internacional del Movimiento de Retiros Parroquiales Juan XXIII, en la Casa de Acción Social de Salamanca-Ate, el tema principal de este año sera orar por nuestros Sacerdotes en coherencia con la declaración del 16 de marzo del 2009 de Su Santidad Benedicto XVIEl rol del Obispado es el que se indica a continuación, con la lectura del Evangelio segun San Juan, para el horario de 4-6 pm, el santo es San Antonio de Padua y el de 6-8 pm es San Ignacio de Loyola.

La Direccion de Casa de Acción Social: Las Amapolas 115 Los Parques de Monterrico-Salamanca-Ate.

lunes, 28 de septiembre de 2009



EL RETIRO DE VARONES SE HA POSTERGADO PARA LAS FECHAS 16-17-18 OCTUBRE 2009 POR MOTIVOS DE FUERZA MAYOR, CON LAS DISCULPAS DEL CASO, SIRVANSE COMUNICAR EL CAMBIO DE FECHA... BENDICIONES EN CRISTO Y MARIA...

viernes, 25 de septiembre de 2009


GIOVANNI PATALUCCI

El policía católico que murió en Dachau tras haber salvado a miles de judíos

El comisario de policía Giovanni Palatucci pagó con su vida el haber obedecido "a Dios antes que a los hombres". Dicho de otra forma, su fe fue la que le mandó actuar en conciencia y apartarse de la la normativa vigente para salvar a 5.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Arrestado por la Gestapo, fue deportado al campo de exterminio de Dachau, donde murió hostigado por las torturas. Su causa de beatificación está abierta desde hace unos años.



( José Mª Ballester Esquivias / Alba ) “Funcionario de policía, responsable de la comisaría de Fiume, se prodigó en ayudas a miles de judíos y de ciudadanos, cuyo arresto y deportación logró impedir. Fiel al compromiso adquirido y consciente de los graves riesgos personales que asumía, continuó, pese a la ocupación alemana y las apremiantes incursiones de los partisanos eslavos, desempeñando sus funciones de policía, de patriota y de cristiano, hasta que fue arrestado por la Gestapo y fue deportado a un campo de exterminio”. Así reza la exposición de motivos que llevaron en 1995 al Gobierno italiano a conceder la Medalla de Oro al Mérito Civil al Siervo de Dios Giovanni Palatucci, 50 años después de su muerte. Pero en este caso se aplica perfectamente la máxima “nunca es tarde si la dicha es buena”: no en vano, en la trayectoria de Palatucci se condensan en perfecta armonia la fe, el sentido del honor y del deber y la constante preocupación por hacer el bien desde la ética del servidor público. Respeto a la autoridad y al orden, pero en los momentos decisivos hacer lo que dicte la conciencia.

Asimismo, la historia de Palatucci “también es importante para el diálogo entre cristianos y judíos porque demuestra cómo el amor cristiano supera cualquier diferencia y une más allá de las diferencias de raza y de religión”, asegura su biógrafo, el padre Piersandro Vanzan SJ.
Giovanni Palatucci nació el 31 de mayo de 1909 en Montella, una pequeña localidad cercana a Nápoles, en el seno de una familia de firmes convicciones católicas. Su abuela era terciaria franciscana y tres tíos carnales suyos tomaron los hábitos en la orden fundada por San Francisco.
Tras cursar brillantemente estudios de Derecho, llega lo que podríamos llamar su primera “rebeldía”: en contra de la voluntad de su padre -al que le hubiera gustado verle de abogado- ingresa en la Policía. Su primer destino fue como comisario adjunto en Génova, una ciudad en la que permaneció apenas trece meses. ¿El motivo? Una entrevista concedida a un periódico local en la que criticaba el exceso de burocracia en la Policía,"en vez de mandarnos con la gente". Esta segunda demostración de rebeldía iba a tener consecuencias decisivas en la vida de Palatucci.

Fue castigado con un traslado al Departamento de Extranjeros de la comisaría de Fiume, entonces italiana y hoy croata. Lo que parecía una ocupación anodina iba a a dar un giro radical y definitivo a su vida. Pocos meses después de su llegada, Benito Mussolini promovió las conocidas como “leyes raciales”, que reservaban a los judíos italianos el mismo trasto discriminatorio y vejatorio que a los alemanes. Se aproximaba la Segunda Guerra Mundial y el Duce intensificaba su acercamiento a Adolf Hitler. Un viraje curioso, pues los judíos habían gozado hasta ese momento de una gran tolerancia.

Escribe Vanzan: “Y hete que el ‘castigo humano’ se convierte en la ‘vía providencial’ del Omnipotente para dar a Giovanni la ‘oportunidad única’ de hacer tanto bien y salvar tantas vidas humanas”. Añade el biógrafo que la epopeya ‘palatucciana’ no hubiera sido posible sin el concurso de sus subordinados, “un equipo formado por policías jóvenes y sencillos, pero valientes y confiados, además de estar perfectamente compenetrados con su jefe.” Fue así como Palatucci y los suyos lograron salvar a miles de víctimas gracias a “intervenciones rocambolescas y con la ayuda de una eficaz red de solidaridad”.
En una zona fronteriza con la Yugoslavia ocupada por los nazis y por lo tanto receptora de perseguidos, Palatucci y los suyos salvaron vidas creando pasaportes falsos para enviar a las víctimas hacia Suiza o Israel. Les escondían en conventos o en casas de familias de fiar, les mandaban a los campos de refugiados italianos y muchas más estratagemas. Incluso llegó a colocar a algunos en la diócesis de Salerno, en la otra punta de Italia, ya que el obispo era un tío carnal suyo. Semejante osadía en una institución tan rígida como suelen ser los cuerpos policiales se explica por su fe. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”, decía.

La cuenta atrás para el martirio de Giovanni Palatucci se inició a raíz del armisticio que Italia -con Mussolini derrocado- firmó con los aliados en septiembre de 1943. La consecuencia fue la invasión de Italia por lasa tropas alemanas, que afectó especialmente a la zona donde operaba Palatucci. En este escenario, Palatucci ordenó la destrucción de toda la
documentación de su departamento relativa a los judíos y pidió al Registro Civil que no emitiera documento alguno sobre los judíos sin avisarle antes. La táctica resultó eficaz, pues entre enero y julio de 1944 Palatucci y sus policías lograron salvar a un millar de judíos.

Sin embargo, la Gestapo destapó el sistema y el 13 de septiembre de ese mismo año, Palatucci fue arrestado. Primero fue internado en Trieste y, más adelante, deportado al campo de exterminio de Dachau. Cuando ya estaba en el tren de la muerte, uno de sus hombres, Pietro Capozzo, enterado de la suerte de su jefe, corrió a la estación, se puso delante del vagón y empezó a hablar en voz alta con la esperanza de que Palatucci lo reconociera. Poco después, cayó una nota de la ventanilla firmada por Palatucci. Se podía leer: “Capuozzo, da gusto al chico que esto escribe y avisa a su madre de que está a punto de irse a Alemania. Adiós”. Pensando en los demás, incluso en los momentos más trágicos.
Hostigado por las torturas en el campo, el 10 de febrero de 1945 Giovanni Palatucci entregaba su alma a Dios

LA FE DEL CENTURIÓN



Mt 8,5-22
5 Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, suplicándole: 6 «Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.» 7 Jesús le dijo: «Yo iré a sanarlo.» (Lc 5,8) 8 El centurión contestó: «Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará. 9 Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.»
10 Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. (Lc 13,29) 11 Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, (Lc 13,28) 12 mientras que aquellos a quienes se destinaba el Reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y rechinar de dientes.»
Mt 9,29
Mt 15,28
(Jn 4,50) 13 Luego Jesús dijo al capitán: «Vete a casa, hágase todo como has creído.» Y en ese mismo momento el muchacho quedó sano.

El centurión, mandaba a cien soldados romanos. Como tal era un hombre capaz, que sabía dirigir pero también obedecer a sus superiores. Un hombre maduro, pero que se había acercado al judaísmo, paradójicamente formando parte de un ejército de ocupación, oprimiendo a la nación a la cual pertenecía Jesús. Aquí les planteo a las personas que interceden, la posibilidad de colocarnos en cualquiera de las tres posiciones, a fin de aprender como seres humanos que interceden. Podemos ubicarnos junto con Jesús, junto con el centurión y junto con el muchacho enfermo.


Entramos primero al corazón de Jesús. Acaba de sanar un leproso que se le acercó. Muchedumbres venían a Él para que les enseñara y los sanara....; el intercesor tiene que aprender a rezar desde el corazón de Jesús. En esa época no había cura para la lepra, por eso se aislaba a los leprosos. El corazón de Jesús no tuvo distancia con él. Por eso tampoco le escandalizó que viniera a pedirle por la salud del muchacho, un centurión romano. El corazón de Jesús es misericordioso, y a la vez es justo. Se conmueve por el gesto delicado y amoroso del rudo centurión y a la par es justo por percibe y reconoce el grado de fe del soldado romano. Jesús puede actuar, para ser justo, según el grado de fe que tiene quien le pide. Recordemos que uno de los aspectos centrales de la fe, es el tipo y calidad de relación que hay entre Dios y el hombre. Jesús da de lo que tiene, y la relación que tiene con el Padre es absoluta. Él es el primer intercesor que pide por el muchacho enfermo, y a la vez obra con poder.

Aprendiendo a ubicarnos en el corazón del centurión encontramos Fe y humildad. La combinación perfecta para que Dios otorgue sus más hermosas gracias a la gente que se las pide. Fe, porque el centurión creyó con todo su corazón que Jesús podía curar a su siervo. No dudó del poder de Jesús en su corazón. Observamos que Dios quiere educarnos a través de la fe de esta persona. Hay una certeza interior que Dios concede a la persona que reza, cuando es el caso de que debe pedir tal cosa. En el carisma de fe, no es una fe necia y ciega, sino que brota del conocimiento y trato habitual que se tiene con Dios, conocimiento que implica descubrir su voluntad. Tal es la relación que el centurión tiene con Dios, que SABE que Jesús no necesita ir a su casa para curarlo, y es esa relación que tiene con el Dios de los judíos, que le permite reconocer en Jesús, al mismo Dios.
Humildad, porque siendo centurión y romano, que tenían en ese tiempo al pueblo judío dominado, no le ordenó a Jesús como si fuera un igual o una persona de menor rango. Todo lo contrario. Se humilló delante de Él y despojándose de su condición de dominador de las gentes, reconoció su condición de hombre necesitado de Él.

Poniéndome en el corazón del joven enfermo, aprendo, que en las situaciones difíciles, en este caso el riesgo de muerte por enfermedad, el enfermo se pone en manos de quien lo ama, el centurión, y por la fe en él, en Jesús. A la par es la actitud de lucha por su vida. Entrega y tenacidad en la lucha por el bien de la salud. El enfermo acepta su condición, pero lo hace sanamente luchando por su vida. El intercesor, si ocupa el lugar del muchacho, aprende que puede entregar las cruces y problemas diarios por la persona, familia o país por el cual intercede, y lo debe hacer con las actitudes del muchacho.


Para terminar, aunque se podría decir mucho más, tengamos en cuenta, que en la liturgia, antes de la comunión, se nos invita a repetir las palabras del centurión, para poder recibir adecuadamente a Jesús, y permitirle actuar: "SEÑOR, YO NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME".



Practica muchas veces esto y lo podrás hacer con otro.

martes, 22 de septiembre de 2009

♪♪ RENOVACION MATRIMONIAL ♀♂


El 15 de Setiembre se celebró la "Renovación de Votos Matrimoniales", la celebración de la Eucaristía estuvo un Cargamento de Nuestro Sacerdote, amigo y retirista del movimiento RP Washington, quien recordó que el amor es el elemento clave de La relación matrimonial y familiar, Que Nunca Debe y faltar siempre Deben estar Dispuestos a dar lo mejor de ellos con gran calidad, en el amor auténtico. En la celebración eucarística las parejas renovaron sus promesas matrimoniales y salieron con la Disposición de seguir construyendo sus vidas de la mano de Dios ...... ¡¡¡Felicidades!!!